Huyen de comunidades en Madero y Morelia; son amenazados para trabajar con la delincuencia.

“Secuestraron a mi hijo, y después a mi esposo, pedían una fuerte cantidad, y nos tuvimos que retirar del rancho, fueron personas armadas, nos dijeron que les trabajáramos, de lo contrario nos iban a matar y por eso nos salimos”, fue el testimonio de una de las víctimas de la delincuencia de varias rancherías entre los límites de los municipios de Morelia, Madero y Tzitzio.

De manera anónima, dos víctimas que tuvieron que huir por el cerro hacia la capital michoacana, dieron su testimonio en la rueda de prensa del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

El dirigente del tricolor, Guillermo Valencia, lamentó gravemente los hechos, y pidió al gobernador de Michoacán, al secretario de gobierno y al Fiscal General, intervengan y protejan a estas víctimas.

“El crimen está causando los incendios forestales, estos maleantes están quemando el cerro”, dijo otra de las víctimas que prefirió huir del lugar antes que emplearse con los delincuentes.

Valencia dijo que iría a sacar las 8 vacas de una mujer que las dejó por tener que salir del lugar, va a acudir a esas comunidades y espera ser acompañado por autoridades de seguridad del estado, porque al grupo de Revolución Social no lo quiere exponer, aunque dijo está seguro que sí lo acompañarían, si se los pide.

El Ranchito y Paso del Tigre son algunas de las comunidades desplazadas de donde han salido 62 personas.

Finalmente exigieron al gobierno federal y estatal su apoyo, para poder regresar a su comunidad.

Valencia expresó que los delincuentes son un grupo nuevo de criminales que se ha formado en esa zona para violar mujeres, extorsionar familias, secuestrar y quitar camionetas a los campesinos.